La Bomba de Tiempo
15 Agosto 2016 Eduardo Llano
OpiniónEsta semana vimos uno de los más nefastos capítulos en la historia de Colombia, salieron a marchar en nombre de la familia tradicional miles de personas aupadas por la iglesia católica, las iglesias cristianas, la derecha y ultraderecha política. Todos protestaban por unas cartillas inexistentes que supuestamente introducirían “ideología de género” obligatoria a nuestros niños.
Nada más alejado de la realidad, los que marcharon ni se enteraron que se trataba de una demostración política y no religiosa, se trataba del lanzamiento de la campaña presidencial de Conservador Procurador Ordóñez aliado al Uribismo. Tanto escándalo no tenía si no dos objetivos, pedir la renuncia de la ministra Gina Parody y demostrarle al Santismo y al Vargasllerismo que no es cierto que el camino a la presidencia del vicepresidente se encuentre pavimentado.
Pero en realidad no es eso lo que me preocupa, lo preocupante es que en ese ejercicio de debate saltaron las más bajas y ocultas pasiones de toda clase de fanáticos religiosos. Estos con sus argumentos sin lógica alguna y siempre respaldados por versículos de la biblia que acomodan a la medida de sus dilusionales argumentos atacaron no solo a la ministra, sino a todos aquellos que pedimos tolerancia, respeto e inclusión (en este caso para la comunidad LGTBI).
Ahí si no se acordaron del perdón, ni del amor y mucho menos de la compasión. Santificando el matoneo otros no nos bajaron de ignorantes, apostatas, blasfemos y demás insultos que no vale la pena repetir. La doble moral y el fanatismo se apoderaron de Colombia y en medio de una pésima educación y sumado a la proliferación de miles de iglesias y cultos, el fanatismo religioso ha carcomido hasta lo más profundo los principios de la tolerancia e inclusión.
Esta bomba de tiempo lleva incubándose décadas, en medio de la mirada utilitarista-electoral de políticos y autoridades nos convertimos en una sociedad con millones de personas alienadas por estafadores, que lavando cerebros y dineros ilícitos se hacen llamar pastores de rebaños poco educados y llenos de silicona.
Qué peligro pensar distinto, qué miedo publicarlo. ¿Qué paz construiremos si todos estos millones de fanáticos alienados desprecian la ciencia y la educación escudándose en dogmas que la humanidad superó hace siglos?
Alguien me escribió que estaba perdido y muy equivocado si pensaba que descendíamos de un mono. No se puede hacer nada ni que discutir con alguien que cree profundamente que fue engendrado por un espíritu-paloma.
Aquellos políticos que durante años han hecho pactos con estos estafadores de ignorantes ahora se enfrentan al reto de crear una sociedad democrática e incluyente a partir de los dogmas y eso es imposible.
A los librepensadores nos tocará buscar donde vivir, antes que la bomba estalle y a San Alejandro Procurador y a las cristianas regeneradas les dé por quemarnos en una hoguera como ya hicieron antes con los libros de pensamiento liberal y el respeto a la diferencia.