Miedo
01 Octubre 2016 Eduardo Llano
OpiniónCuando el gobierno del Presidente Conservador Mariano Ospina Pérez inició la persecución a los liberales gaitanistas, tras el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, a estos no les quedó más remedio que huir al monte y armarse para defenderse.
Ese fue el germen que dio paso a las guerrillas liberales que el abuelo de la Senadora Paloma Valencia, Guillermo León Valencia, decidió bombardear en Marquetalia. No las pudo exterminar y los sobrevivientes conformaron las FARC.
Venganza tras venganza pasaron 6 décadas donde la guerra mutó y el narcotráfico llegó para ser la gasolina que la hacía arder con más fuerza, llenando bolsillos de guerrilleros, militares y políticos.
Hoy millones de colombianos que no saben esa historia, piensan que las FARC son delincuentes que decidieron matar, robar, secuestrar, narcotraficar, sólo por el dinero.
Pero no. La guerra tiene un origen político y solamente un acto político la puede acabar.
Hoy que escribo esto estamos a pocas horas del plebiscito por la paz, millones de colombianos tienen miedo de que si votan por el Sí, las FARC se tomen el poder. Yo no creo que puedan, van a tener menos senadores que Centro Democrático, no les alcanzará para hacer mayor oposición.
Otros tienen miedo de que el narcotráfico se tome el poder, pero eso ya pasó, desde los años setenta cientos de alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, representantes a la cámara, senadores y varios presidentes han recibido el apoyo de los narcotraficantes… y aquí seguimos como si nada los ciudadanos.
60 años de infundirle miedo a la gente han causado una atrofia de la capacidad colectiva de imaginarnos cómo sería un país en paz, o por lo menos sin guerrilla.
Paz verdadera tendremos cuando se legalicen las drogas (no haya necesidad de tener grupos armados para cuidar los cultivos, proteger las rutas, y cobrar el dinero del negocio), se reduzca la corrupción y acabe la brutal desigualdad en la que vivimos, y que la guerra no nos deja ver.
Mientras nuestra oligarquía plutocrática (gobierno de los herederos de los ricos) se benefició del conflicto nunca hubo necesidad de exterminar a, ni de negociar con los guerrilleros (¿Para qué matar la gallina de los huevos de oro?). Pero hoy se han dado cuenta que hay más ganancias en terminar la guerra que en continuarla. Ya el mundo cambió, ya USA no aporta dinero para la lucha contra el comunismo, y cada vez más Estados legalizan el uso recreativo y medicinal de la marihuana, camino a legalizar otras drogas.
Por el contrario, con la paz podrán acceder a riquezas naturales vedadas para la explotación por el control territorial de las guerrillas y podrán acceder al reconocimiento internacional por haber alcanzado la paz.
El obstáculo que les queda es desactivar el miedo que por más de 60 años sembraron en los corazones y las mentes de los colombianos, esperemos que este domingo 2 de octubre sea la esperanza la que derrote al miedo, y seamos muchos millones los que digamos Sí a la paz.
